Descubriendo a Dios En Los Demás y En Mi Interior: PROM AILYAK

En el silencio del corazón, Dios susurra a nuestra alma

Bajo esta frase de San Ignacio de Loyola, los estudiantes de la Promoción de grado 11, experimentaron un significativo retiro espiritual el pasado 31 de julio y 1 de agosto, en la casa de retiros Villasunción. La jornada de dos días se vivió como un espacio para fortalecer lazos, conectar con la fe y ofrecer una necesaria pausa de recogimiento antes de iniciar la intensa preparación para las pruebas de estado.

El encuentro fue orientado por los talleristas Dominicos de la Dirección de evangelización y Cultura de la Universidad Santo Tomás, quienes acompañaron a los jóvenes a vivir dos días de autoconocimiento y trabajo en comunidad. El entorno natural de Villasunción brindó el escenario perfecto para desconectarse de la rutina y abrir el corazón a una experiencia transformadora.

Mediante la creación de dibujos, pinturas y carteles, así como dinámicas de baile, música, la recepción de cartas de los familiares, fogatas y actividades relacionadas con el proyecto de vida, los estudiantes exploraron nuevas formas de expresión y colaboración. La celebración de una Eucaristía reafirmó el propósito espiritual del encuentro, brindando un espacio para la gratitud y la oración comunitaria, al que también asistieron los padres de familia.

Más allá de las actividades programadas, fueron los momentos no estructurados – las conversaciones durante las comidas, las risas compartidas en los jardines y la disposición a escucharse mutuamente— los que cimentaron la verdadera unión del grupo. Los estudiantes se abrieron, compartieron experiencias y se conocieron en una dimensión más personal y humana.

El retiro en Villasunción fue una experiencia enriquecedora. Los estudiantes fueron acompañados por la Hna rectora, Nubia Teresa Barco Jurado, la Hna. Eudelia Saavedra, la psicóloga Julieta Hernández, los profesores Arturo Ríos Gómez y Lucy Forero Suárez. La promoción de grado 11 regresó no solo con la mente despejada para los retos académicos que se avecinan como la Prueba Saber 11, sino con un espíritu de grupo fortalecido, una conexión más profunda con su propia fe y el valioso recuerdo de haber construido, juntos, un espacio de auténtico compañerismo.

Sofía Londoño Jaramillo
Personera